jueves. 28.03.2024

La cofradía de Jesús del Vía Crucis ha devuelto esta tarde al Nazareno de San Frontis a la orilla de izquierda del Duero, a su barrio, a sus vecinos y al templo sanfrontino donde recibe culto todo el año. Si el Jueves de Pasión los zamoranos entrábamos de su mano en los días santos, en la tarde del Martes Santo Zamora lo acompaña en su camino a la Cruz junto al río Duero y en su despedida de la Madre.

Acompañado por la Virgen de la Esperanza, el Nazareno de San Frontis hacía su salida desde la Catedral entre largas filas de cofrades vestidos con estameña blanca y caperuz y escapulario morado, precedido por las esquilas del Barandales y la Banda de cornetas y tambores de la cofradía.

En el centro del cortejo, las catorce estaciones del Vía Crucis diseñadas por Antonio Pedrero con los paños de la mesa de la esperanza realizada por Víctor de los Ríos anunciaban el rezo que, ya entrada la noche, se efectúa por la avenida de San Frontis en los tocones del escultor Ricardo Flecha.

Él, de morado, Nazareno y oro. Ella, de verde Esperanza, de verde primavera, de verde vida, han recorrido las calles del casco antiguo para bajar por la Cuesta de Alfonso XIII hacia Santa Lucía y al Puente de Piedra, a su río Duero, el que cada año cruzan como el último recodo antes de la despedida, antes del Camino de la Cruz, en el que la Madre permanecerá fiel al Hijo hasta la muerte.

Viejas calles donde han sonado sus marchas, las compuestas por Carlos Cerveró, y también Mater Mea, y Los Clavos, y Getsemaní, y Crucifixión, y otras muchas, interpretadas por la Banda de Zamora y la Banda del Maestro Nacor Blanco, que también anuncian con sus sonidos fúnebres que Zamora vive ya la Pasión.

Numeroso público se ha dado cita en esta tarde de primavera que ya refrescaba cerca del río. Y después del puente, la despedida, la reverencia, el emotivo momento en que Madre e Hijo se dicen adiós. Él continuó Nazareno por la senda de la Cruz. Ella se perdió tras las puertas del convento de las Dominicas Dueñas de Cabañales que cada año la reciben como quien custodia un tesoro.

Su rastro, el del dolor y el de la esperanza, es el mensaje vivo que pregonan cada año por la ciudad cuando el calendario marca Martes Santo.

Galería de imágenes ( Marcos Vicente, Aroa Colmenero y Pablo Clemente)

La Despedida

La Salida de la Catedral

VÍDEO RESUMEN PROCESIÓN

 

 

El dolor del Nazareno y la Esperanza de la Madre trazan un Vía Crucis por las calles