viernes. 19.04.2024

Esta mañana volvía a su sitio el Cristo de las Injurias, esa talla de Diego de Siloé que impresiona a su paso y que aunque no pudo desfilar el pasado Miércoles Santo y si lo hizo el Viernes en el Santo Entierro hoy ha vuelto a subir a las bóvedas de la Catedral para posteriormente con el esmerado cuidado de sus fieles operarios de la Real Hermandad del Silencio volver a su capilla habitual.

 Con una gran afluencia de público que no ha querido perderse el momento, se ha vuelto a ejecutar con todo el silencio posible solo interrumpido por el padre nuestro y por un cántico que este año su nuevo capellán Francisco Díez ha introducido en el ambiente serio y silencioso de las maniobras de descendimiento de su mesa procesional y posterior traslado a su capilla habitual.

Como de costumbre todos los hermanos del silencio encargados de estas maniobras se acercaban a la Catedral puntuales tras haber recogido todos los enseres que para la procesión del Miércoles Santo habían puesto a disposición de los Heraldos, Cotaneros, Mayordomos etc. La Sede esta mañana del Silencio acogía los preparativos de recogida de enseres, todo al milímetro para que un año más las cosas estén en sus sitio cuando haga falta.

Un nuevo vuelo del de las Injurias que aunque este año no ha podido procesionar lo hará en la historia de la ciudad todos los Miércoles Santos que lo conserven los hombres que esta mañana han vuelto a tratar al Cristo como al tesoro mejor guardado del mundo.

Hoy también la Cofradía de la Resurrección hacía sus pertinentes traslados y la Virgen de la Soledad era visitada antes de la procesión de esta tarde por miles de fieles que la han querido tener más cerca que de costumbre.

 

CRISTO DE LAS INJURIAS

El vuelo en silencio del Cristo de las Injurias que esperará a su próximo...