sábado. 20.04.2024

Ya es Miércoles en la bien cercada,
pero poco importa.
La gente sigue en sus moradas,
confinada y sola.

El Cristo de las Injurias se quedará dónde está,
y un año más,
tendremos que esperar
para verle desfilar.

Zamora vacía,
Zamora desolada,
Zamora quiere ver
al Cristo desde su ventana.

Ya son dos años
sin ver la procesión.
Seguro que el que viene
habrá más devoción.

Habrá más visitantes,
zamoranos, forasteros;
nadie querrá perderse
ese momento tan austero.

Las Injurias y su silencio
se apoderarán de la ciudad.
Saben que es su momento
y sin duda lo aprovecharán.

Juramento del Silencio
en el atrio de la Catedral,
Cristo avanza lento
para iluminar la ciudad.

Este año no saldrá a hacerlo
porque no podrá salir.
Hay que perseguir al virus
y lograr ponerle fin.

Cristo de las Injurias,
hermoso crucificado;
acaba con esto pronto
para poder estar a tu lado.

Esto te lo pedimos
los zamoranos de corazón;
Cristo bendito, Cristo precioso,
Danos tu bendición.

Poema de Verónica Viñuela

Un Miércoles Santo cualquiera