viernes. 19.04.2024
Preciosa estampa del Cristo de la Buena Muerte durante la procesión (Fotos: Alberto García Soto)

La luz de las teas enciende la noche del Lunes Santo, conformando un cortejo luminoso que acompaña al Cristo de la Buena Muerte. Hábitos monacales, pies descalzos y salmodias nuevas que suenan a antiguo preceden el paso de Cristo, una magnífica talla portada en plano inclinado que recibe culto en la iglesia de San Vicente.

ITINERARIO: A las doce de la noche se inicia el desfile procesional en la Iglesia de San Vicente Mártir, para continuar por la plaza del Fresco, calle de Mariano Benlliure, Plaza Mayor, Balborraz, Zapatería, Plaza Santa Lucía, donde el Coro de la Hermandad, entonará el "Jerusalem, Jerusalem" en honor del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, para seguir par Cuesta de San Cipriano, Chimeneas, Doncellas, Moreno, Damas, Hospital, Plaza Santa Maria la Nueva, Motín de la Trucha, Ronda de Santa María la Nueva, Arco de Doña Urraca, Plaza de la Leña, Ramón Álvarez, Costanilla, Mariano Benlliure y Plaza del Fresco, para retornar al Templo de salida.

Historia

Los cofrades desfilan con hábito monacal y portan teas encendidasCorría el año 1974 y un grupo de jóvenes decide crear una nueva hermandad para la noche del Lunes Santo en Zamora que desfilaría por vez primera un año más tarde en lo que supuso un revulsivo –junto con la Hermandad del Espíritu Santo- tanto estético como generacional en la Pasión zamorana.
Con un cupo cerrado inferior a los quinientos hermanos, los cofrades (exclusivamente varones) visten túnica y cogulla de estameña blanca, faja de arpillera y crucifijo al cuello y portan teas encendidas que prestan una singular personalidad al desfile.

Durante la procesión el coro de la hermandad interpreta varias piezas de Enrique Satué, así como el "Oh Jerusalem" de Miguel Manzano, compuestos expresamente para la cofradía. Además, la hermandad incorpora diversos elementos procesionales (cruz guía, cruces penitenciales) realizados por el escultor Ricardo Flecha.

La hermandad tiene su sede en la iglesia de San Vicente, donde recibe culto el Cristo de la Buena Muerte. El cortejo discurre en medio de un impresionante silencio que acentúa los cánticos del coro o el ritmo de los tambores destemplados que marcan el paso del Crucificado en su salida procesional.

El titular de la hermandad desfila en plano inclinadoImagen: El titular de la cofradía es el Cristo de la Buena Muerte, también conocido antiguamente como "Cristo de Santiago", ya que durante muchos años estuvo expuesto al culto en la iglesia de Santiago del Burgo. La imagen está atribuida a Juan Ruiz de Zumeta (1585), aunque hay tesis que apuntan a una gubia de mayor categoría. Sea como sea, es una de las tallas de mayor valor de la Semana Santa de Zamora, de gran belleza y serenidad. Es portado por las calles en plano inclinado por ocho hermanos en dos turnos de carga.

Dónde verla: Por su cuidada estética y la propia belleza de su recorrido por el casco histórico de la ciudad, cualquier punto es bueno para presenciar el paso del desfile. Destaca la bajada por la cuesta de Balborraz, el acto-oración en la Plaza de Santa Lucía (donde el coro entona el "Oh, Jerusalem"), así como su paso por la trasera de Santa María la Nueva y el arco de Doña Urraca. A puerta cerrada, un momento especialmente por los hermanos lo constituye el final de la procesión, cuando el Crucificado retorna a San Vicente y el coro entona el "Vexila Regis", que en medio de un silencio sepulcral puede escucharse fuera del templo.

 

 

Lunes Santo: Hermandad Penitencial del Cristo de la Buena Muerte