El PSOE propondrá un "Plan de Convergencia Turística", orientado a corregir los desequilibrios de la Comunidad en materia turística. Pues Ávila, Palencia, Soria, Segovia y Zamora arrojan las cifras más bajas de la comunidad y de España.
La propuesta, que será defendida por el procurador José Ignacio Martín Benito, se fundamenta precisamente en los desequilibrios existentes entre las provincias de Castilla y León, según reflejan diversos observatorios. El resultado es que hay provincias que, en líneas generales pasan de los 500.000 viajeros y del millón de pernoctaciones y otras que se encuentran muy por debajo de estas cifras. En este último grupo estarían Ávila, Palencia, Soria, Segovia y Zamora con 215.115 viajeros en el 2012.
Para el portavoz socialista, la crisis económica afecta además a las provincias con mayores desequilibrios. En cualquier caso, estas diferencias no obedecen solamente a la existencia de más o menos recursos en unas provincias que en otras y, en consecuencia, a una mayor o menor oferta turística, sino que en ello confluyen diversas circunstancias que tienen que ver también con las comunicaciones y con la promoción y, probablemente, también, por el "tirón" de sus capitales de provincia, ligadas al liderazgo de funciones administrativas, económicas y educativas, además de sus atractivos patrimoniales.
Algunos de los bienes de Patrimonio Mundial y muchos de Espacios Naturales y de las Grandes Rutas se ubican en las provincias que presentan cifras turísticas más bajas, lo que nos llevaría a reflexionar si el aprovechamiento o promoción de estos Espacios y de estas Rutas es el adecuado.
Para Martín Benito, siendo el turismo un sector estratégico en el Producto Interior Bruto de Castilla y León, parece necesario intensificar las políticas de promoción turística en toda la comunidad y, especialmente, en aquellas áreas y provincias más desfavorecidas económicamente, pero que cuentan con importantes recursos susceptibles de ser transformados en producto turístico. Con ello se contribuiría también a fijar población en los territorios rurales, para poder hacer frente al problema de la despoblación que atraviesa Castilla y León.
