Niños de comunión, cofradías y asociaciones religiosas, parroquias y el Cabildo Catedral acompañan el paso del Santísimo por las calles en la procesión presidida por el Obispo de la Diócesis.
Zamora ha celebrado con toda solemnidad la festividad del Corpus Christi. A las diez de la mañana comenzaban los cultos en la Catedral previos a la procesión, organizada por el Cabildo y por la Hermandad del Santísimo Corpus Christi, en que han participado la práctica totalidad de cofradías de Pasión y de Gloria de la ciudad, parroquias y asociaciones de fieles, que han acompañado al Santísimo en su recorrido por las calles tapizadas de tomillo y romero.
La música de la Asociación Tradición y Música Popular, el baile de gigantes y gigantillas y el paso elegante de la Tarasca precedían el cortejo cuyo paso anunciaba la Banda de Cornetas y Tambores de la Cofradía de Jesús Nazareno, que estrenaba nuevo equipamiento para las procesiones de gloria.
Centenares de niños de comunión desfilaban tras la banda en un ambiente festivo, acompañados de catequistas y padres, portando pétalos de flores en bandejas y cestas que muchos arrojaron también a la imagen de Jesús Resucitado, que presidía el altar erigido por la Junta pro Semana Santa en la Plaza de Viriato, delante de la fachada del Parador Nacional.
Ante la imagen, acompañando al Santísimo, pasaron en procesión las cofradías de la Pasión zamorana en un día de luto para la Semana Santa de Zamora por la muerte de Teresa Blanco, esposa del expresidente de la Junta pro Semana Santa, Dionisio Alba, en cuyo recuerdo la bandera de la Junta de cofradías y los estandartes de las hermandades de Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén y de Jesús Yacente lucieron crespones negros.
Directivas de cofradías, asociaciones de fieles y todas las parroquias de Zamora han arropado el paso del Santísimo Sacramento por las calles, al que precedía una representación del clero y del Cabildo Catedral y el Coro San Alfonso de Zamora. La gente en las aceras se persignaba al paso del Carro Triunfante con la Custodia, tras el que presidía la procesión el Obispo de la Diócesis, Gregorio Martínez Sacristán.
Cerraba la procesión la Banda de Música de Zamora, que ha interpretado en el recorrido marchas triunfales y de gloria para realzar una procesión de gran arraigo popular que el pueblo zamorano ha vivido con gran devoción y solemnidad.
Reposteros, mantones y banderas han saludado en los balcones el paso del Santísimo, así como los pequeños altares erigidos en la Rúa de los Francos, como el del convento del Tránsito, el de la casa de Miranda o el de los Crespo Neches en una jornada que ha discurrido bajo un fuerte calor y que ha tenido su momento culminante en la Plaza Mayor, donde los niños han arrojado pétalos al paso de la Custodia y el Obispo de la Diócesis ha presidido los actos de una de las grandes solemnidades de la Iglesia.
En el balcón central del Ayuntamiento, la Virgen de La Concha presidía el altar levantado por la cofradía de Nuestra Señora de San Antolín, que una vez finalizada la procesión del Corpus ha celebrado en el salón de plenos una misa en honor de la Patrona, que ha sido devuelta a San Vicente concluida la ceremonia religiosa.
