UPL Zamora, pide ayudas para las viviendas del casco Antiguo y propone una línea de subvenciones y créditos blandos para ayudar a la reparación de fachadas y de cubiertas.
UPL propone, para frenar el deterioro del casco antiguo, se tomen medidas municipales, para que en primera instancia y mientras pudieran afrontarse planes complementarios de mayor envergadura, faciliten una línea de subvenciones para las obras básicas a ejecutar, reparación de cubiertas y mejoras en fachadas, en edificios del casco antiguo, que ayuden a sus propietarios a sufragar en parte el coste. Adicionalmente y sin perjuicio de lo anterior pudiera paralelamente proporcionarse una línea de créditos blandos, en concierto con entidades locales y organismos de crédito oficial.
Encontrándose el casco antiguo de la ciudad en un estado lamentable, con edificios viejos, en pésimo estado de conservación, amenazando muchos de ellos ruina de forma inminente y en el peor de los casos y porque nadie hizo nada por evitarlo, simplemente solares, donde en su día hubo casas con arquitectura propia de la época que conformaban una imagen de conjunto. Se hace necesaria una actuación específica que frene tal destrucción, porque inevitablemente lo perdido resulta irrecuperable. El programa electoral de UPL incluía un plan concreto para la conservación y rehabilitación del casco antiguo, con la aplicación de propuestas para salvaguardar la zona histórica del profundo deterioro en que se halla inmerso.
Requiriendo desde UPL al equipo de gobierno, trate sin demora y con la importancia que precisa el asunto. Empezando por retirar los propios obstáculos administrativos, dando mayor agilidad a los permisos de obras, provenientes de propiedades situadas en el casco antiguo. Los retrasos de cualquier mejora, debidos a la necesaria tramitación, municipal, que pueden prolongarse meses, ponen en peligro la supervivencia de cualquier estructura.
Paralelamente otra realidad que dificulta cualquier rehabilitación en el casco antiguo, es la masa poblacional excesivamente envejecida. Cargada de desánimo y falta de la iniciativa precisa para emprender cualquier rehabilitación, por las incomodidades que ello ocasiona y que el acomodamiento a "lo que ahí" resulta suficiente para los años que pudiera disfrutar, alejando de emprender cualquier proyecto de futuro.
Queda por descontado, que las circunstancias económicas generales, son la principal dificultad para emprender cualquier proyecto de rehabilitación. Las economías particulares no se encuentran para muchos dispendios, a pesar de que las obras a emprender en las casas no sean ya de mejoras sino las básicas para mantener en pie el edificio, como pueden ser el retejado y adecentamiento de la fachada.
