Los días de lluvia, se producen encharcamientos en la pasarela sobrepasando la vía a la altura de la estación.
Días posteriores las lagunas que ocupan completamente el ancho de paso, entre Antón de Centenera y carretera de Villalpando, continúan en el mismo sitio, necesitando varias jornadas, para que por medio de la evaporación desaparezcan. Los peatones que cruzan por la majestuosa obra se ven obligados a pisar por los charcos del pavimento, sin escapatoria alguna. Agravándose con bajas temperaturas, helándose los encharcamientos, convirtiéndose en un piso resbaladizo, semejante a una pista de patinaje.
UPL de Zamora censura, que la dirección de obra permitiera la realización de la costosa obra, sin darse cuenta de que careciendo de una mínima pendiente, que bastaría un uno por ciento, se formarían charcos, los días de lluvia, de difícil eliminación al carecer de elementos evacuadores. Instando a los técnicos municipales, que dieron por buena la obra, convengan con ADIF una solución para resolver el problema planteado en la costosa obra y los usuarios puedan hacer uso de la misma, sin mojarse los pies en días posteriores de lluvia y sin riesgo de accidentes por resbalones, cuando la temperatura no supere los cero grados.
