Para continuar con la labor de llamamiento a la sociedad para que también ayude a los que lo necesitan, Cáritas Zamora realizará una pequeña obra de teatro en la calle este jueves a las 19:00 horas, bajo la campaña "Ponle Cara. ¿Y tú qué dices? Di basta".
Cáritas Zamora hace un llamamiento urgente a la sociedad para que se unan a la ayuda que realiza la asociación para acoger y apoyar a las personas que acuden al centro de acogida. Personas que se encuentran en una situación muy complicada tanto mental y física como sentimental. Los últimos datos muestran que las personas que más acuden son mujeres con una edad media de 41 años. En Zamora se dan tres tipos de perfiles, mujeres y hombres que han sufrido violencia de ámbito familiar, incluídos menores; aquellas personas que se han visto obligadas a abandonar su piso por impago, no solo deshaucios y, por último, extranjeros que buscan la solicitud de ayuda internacional.
Actos como el que se realizará este jueves en la plaza del Maestro Haedo suponen una llamada para que Cáritas cuente con la ayuda de la sociedad para la integración de estas personas. El balance que hace la asociación en Zamora es positivo ya que, de las 816 personas acogidas, 26 de ellas han conseguido acceder a puestos de trabajo, entre los que predominan la albañilería, hostelería y los cuidados del hogar. El 80% de los acogidos acceden a cursos formativos y un 15% necesitan una ayuda continuada, aunque puedan acceder a cursos o empleo.
En el acto de presentación de esta obra de teatro han estado dos personas que han ofrecido su testimonio, un hombre, Antonio quien tras 47 años de experiencia laboral y haber sido jefe de su empresa, se encuentra en Cáritas sin encontrar trabajo. Señalaba que la sociedad sentía "desprecio" por personas como él y añadía que "tenemos una dignidad humana". Antonio también afirmaba que veía "mucha hipocresía y poca solidaridad". En busca de trabajo, Antonio ha comenzado a cobrar el RAI (Red Activa de Inserción), pero mientras tanto, Cáritas le ofrece una cama y comida.
El segundo testimonio era de Magdalena, una mujer de El Salvador que viajó hasta Valladolid, donde no le pudieron ofrecer ningún tipo de ayuda, entre otras cosas "porque viajaba con una menor", su hija. Al llegar a Zamora acudió a Cáritas donde le ofrecieron ayuda. Actualmente, su hijo con el que también viajó desde El Salvador, trabaja como informático en Salamanca y ella estudia la ESO para poder acceder al grado de auxiliar de enfermería.
