viernes. 19.04.2024

La Semana Santa se acerca, los rituales eclesiásticos, las asambleas de hermanos cofrades, las misas y los triduos se avecinan. Zamora llegará a su transformación plena y que año tras año llena la ciudad y la provincia de visitantes y turistas, de zamoranos que vuelven a casa para procesionar, muchas muchas veces solo a eso, volver procesionar y vuelta a sus destinos en la diáspora. Solo faltan 40 días, ya estamos cerca del estallido de la semana más importante de nuestra Bien Cercada.

 Zamora estará llena y buscará la plenitud en su interior, en el recogimiento, y en la vuelta a los orígenes de nuestros antepasados. Zamora se vuelca en la tradición culinaria con las sopas de ajo, las torrijas, las garrapiñadas, los bacalaos a la tranca y el largo etcétera de nuestra gastronomía, con el magnífico dos y pingada del Domingo de Resurrección que cambia la sencillez de los dos huevo sfritos con jamón por un hasta el año que viene que Dios quiera estemos todos juntos de nuevo.

Días de austeridad y rezo para muchos, de introspección y de promesas, de tradiciones pasadas de padres a hijos y de abuelos a nietos, días de vuelta a casa por Semana Santa. También días de vacaciones para otros y de mucho trabajo para los que aquí permanecemos intentando exportar lo nuestro.

Dentro de 40 días cuando el "Mozo" de San Frontis vuelva a ser llevado por los vecinos de la margen izauierda a hombros y cruce el Duero, ya será el día, será el momento de Zamora, de la vaciada que se llena de hijos que vuelven a sus casas, de padres que visitan a sus abuelos, de nietos que salen de la mano de sus mayores por primera vez en procesiones...en definitiva, tiempo de vuelta, de sentimientos, y de echar de menos a los que ya no están. Ellos que  nos dejaron los avíos y las túnicas para que algún día tú o ella fuerais los que siguierais la tradición, dentro del respeto, del sentir de ser zamorano y participar de algo que te estremece con el sonido del Merlú o con el cántico del Jerusalen, o del Miserere o del estallido de las salvas de Gloria el domingo de Resurrección.

Seremos niños el domingo de Ramos, y disfrutaremos de días de reencuentro, de comidas y cenas con amigos y familiares, volveremos un año más a reconocer que nuestra Semana de Pasión es especial y la mejor del mundo, y solo cuando suene Thalberg el Viernes Santo y el Cinco de Copas haga su salida de San Juan tendremos claro que pasa un año más y que seguimos vivos, daremos gracias al de arriba si somos creyentes y continuaremos en la queja constante de que esto no funciona, que cada vez somos menos, pero eso si, seguiremos estando orgullosos de ser zamoranos y de vivir la Pasón de Cristo intensamente como solo los zamoranos sabemos hacerlo. Aquí estaremos para contarlo.

En 40 días Semana Santa, Zamora se prepara para su transformación de vaciada en llena y...