La plaza del Maestro Haedo ha servido de teatro improvisado para que las murgas de Carnaval ofrecieran un recital de música, humo y reivindicación. Desde el mediodía, agrupaciones infantiles y adultas han animado la jornada matutina con su peculiar espectáculo.
Más de 150 personas se han acercado hasta la ubicación para disfrutar del evento. El sol pegaba con ganas en la plaza del Maestro Haedo y mucho han decidido prescindir de los abrigos mientras observan las actuaciones y tomaban centenares de instantáneas de esas que copan los grupos familiares. Gente de todas las edades acudieron al centro urbano para contemplar la celebración del Carnaval en su estado más puro.
Como es habitual en este tipo de agrupaciones, la reivindicación social en clave de humor fue la protagonista de las canciones. Los pequeños tiraron de retranca y aludieron en su intervención al precio de los libros de texto, una circunstancia que lleva siendo objeto de debate durante décadas en nuestra sociedad.
Los mayores, disfrazados de piratas o ataviados con prendas típicas de la cultura local como la capa parda alistana, optaron por temas más de la tierra, con varios guiños a las tradiciones que componen nuestro acervo cultural y algún que otro estoconazo a los políticos de la provincia.
