viernes. 19.04.2024

La Virgen de la Concha cumple su 724 Romería a la Hiniesta acompañada por miles de romeros.

Pasaban las ocho y media de la mañana y en la iglesia de San Antolín, su casa, la Patrona de Zamora, la Virgen de La Concha, asomaba su rostro, cargada de amor y hermosura, para iniciar la 724 romería al pueblo de La Hiniesta como cada Lunes de Pentecostés desde hace más de siete siglos.

De blanco y oro, con su Niño al lado, a hombros de sus romeros, la Virgen de La Concha, Patrona de Zamora, su Ayuntamiento y la Junta pro Semana Santa, emprendía el camino hacia La Hiniesta al son de dulzainas y redoblantes, precedida del pendón carmesí, las flautas y tamboriles y las gaitas de la Escuela de Foclores de Zamora.

Olor a tomillo y romero en las calles, repicar de campanas en San Antolín y la alegría en la cara de los romeros que con su medalla plateada con cinta roja al cuello acompañaban a la Virgen de La Concha en su peregrinar a La Hiniesta a cumplir visita a la Patrona de la Tierra del Pan.

Emociones encontradas, abrazos y alegrías conforman una jornada de sol y primavera que he tenido uno de sus momentos de mayor intensidad en la llegada a La Hiniesta, con el saludo de los pendones y sus correspondientes venias, así como en la multitudinaria vuelta de la Patrona al templo de La Hiniesta.

Antes, de camino, una Salva ante la Virgen del Yermo -cuya festividad se celebra mañana- y la obligada oración ante la Cruz del Rey Don Sancho, donde los cofrades besan la sandalia del Niño, amorosamente custodiado en los brazos de las mayordomas,

Las primeras autoridades de la provincia han acompañado a la Virgen de La Concha, que un año más ha sido recibida por los vecinos de La Hiniesta con los máximos honores. Allí, en su templo mayor, ha tenido lugar la misa solemne tras el intercambio de bastones entre los alcaldes de ambas localidades, hoy más hermanas que nunca.

Ya por la tarde, a las 17.30 horas está previsto el camino de regreso a Zamora, si bien tras el descanso en Valderrey la cofradía este año no atraviesa el bosque de Valorio a causa de las obras del AVE. Será una oportunidad única e histórica de acompañar a la Patrona por las calles de la ciudad a su regreso tras una jornada intensa en la que la fe y la devoción van de la mano de la alegría por culminar un camino a su lado, por todos los romeros que peregrinamos junto a Ella y por los que este año no pueden cumplir su camino.

 

Cargada de amor y hermosura