De campo, de toros y hoy más que nunca. No solo porque la tauromaquia se haya reconocido en España como se merece sino por que tenemos tierras de labor, de secano, de regadío, dehesas, fincas, toros, toreros, y una tradición que no podemos negar, Zamora es, ha sido y será de Toros, y por supuesto de campo.
Nuestros antepasados se enfadarían seguramente sino fuéramos capaces de reconocer que venimos y se nos conoce por ser de campo.
Está nuestra capital del vino, Toro, con el nombre de la DO. Toro, con cientos de acepciones relativas al campo y a la tierra, a nuestra raíz.
De campo porque hoy comienza la Azucarera de Toro a recoger la remolacha que convertida en melaza y tratada dará ese azúcar que todos necesitamos en nuestras vidas. Volveremos a ver los tractores con sus remolques y los camiones llenos de ese tubérculo, por tanto extrememos la precaución en las carreteras cercanas a la villa toresana.
Del vino que sale de la tierra, en las zonas de nuestras cuatro D.O´s, del queso de las ovejas que pastan en nuestros campos, del chorizo del cerdo zamorano que se cría en nuestras explotaciones, de la ternera de Aliste, del Lechazo de nuestras tierras, de los garbanzos de Fuentesaúco, del pimiento de Benavente, de las setas de nuestros bosques, y de nuestra Harina Tradicional Zamorana de donde se saca el pan nuestro de cada día. Hoy mas que nunca somos de campo y eso no lo podemos cambiar.
Por mucho que queramos, lo que tenemos es lo que debemos potenciar, y no, no tenemos grandes fábricas, pero si las tierras y explotaciones que siempre hemos sabido sacar adelante, por eso nuestro campo merece una arenga y ser uno de nuestros mayores baluartes como zamoranos.
Fuera de otras polémicas tenemos y debemos estar orgullosos de tener una de la mayores cooperativas agroganaderas de Europa Cobadu, denominaciones de origen con vinos de excepcional calidad, IGP´s que rompen mercados, productos de la tierra que dan el do de pecho en cualquier parte. Se nos reconoce en toda España y en parte del mundo, y es que somos de campo y que..., solo hay un problema, no nos lo hemos creído aún y ese es nuestro fallo.
Asumamos que somos buenos en eso, en el CAMPO.