jueves. 25.04.2024

Otra caña en tu recuerdo amigo Oscar

Hoy San Frontis y su Iglesia acogían el cuerpo sin vida de otro amigo de los de antaño, de los que volví a reencontrar después de muchos años en el Barrio de Pinilla. Vecino de portal, de dolencias y de recuperaciones, de pitillos cómplices en la puerta de casa y de charlas matutinas y nocturnas con las que ni arreglamos el país ni dimos solución a los miles de problemas del día a día, aunque eran todo un desahogo.

Oscar Manzano al que conocía desde la niñez y desde la adolescencia, y no solo de las cañas en el Blumen y de "Ramses" donde conoció a su novia y mujer Sofía, sino de muchas cosas más que quedan para nosotros, Oscar ha dejado un gran vacío en el corazón de los muchos de los que le conocíamos y con los que compartíamos su amistad.

Con sus 48 recién cumplidos decía adiós tras varios días en el hospital a Sofía, su novia de siempre y mujer, una persona trabajadora y preocupada por salir adelante y siempre pendiente de este muchas veces cascarrabias, y a su hija Cristina, mi vecina chiquitina (que ya no lo es tanto) que siempre con una sonrisa me saluda en el ascensor. Cristina es integrante de la Banda de Nacor, que hoy en el homenaje póstumo a su padre, no ha podido tocar el clarinete, ese instrumento con graan dulzura toca desde pequeña.
La iglesia se vaciaba mientras que las notas de la Marcha de Thalberg que sonaban en un tiempo que no es el suyo,  estremecían a todos los que pudimos asistir para darle nuestro:" aquí seguimos amigo y te echaremos de menos". No sin esgrimir lágrimas sinceras de tristeza y desconsuelo te echaremos en falta siempre. En la banda también muchas lágrimas de emoción en un agosto en el que reunirse para estos momentos dolía por dentro.

Entre los familiares las miradas perdidas entre sollozos y miradas perdidas en busca de explicación a la sin razón de la ausencia, daban el último adiós a Oscar.

Esta jodía vida se sigue llevando amigos de la quinta, de los de cerca, de la adolescencia y de la madurez, y está claro que el ánimo pierde fuerza, pero hay que seguir viendo el vaso medio lleno.
Para su madre, sus hermanos y familiares el vaso hoy ni siquiera está, el tiempo, que dicen que lo cura todo y ha de pasar, mantendrá con el recuerdo de un buen marido, padre, hijo, hermano y amigo, a Oscar, con eso nos quedamos.

Vecino, dejo de fumar de esta, y el vaso lo lleno hoy para brindar por ti, y será con cerveza, como lo hicimos tantas y tantas veces en aquellas tardes noches de jóvenes cargadas de ilusión y de proyectos. 

Otra caña en tu recuerdo amigo Oscar
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