miércoles. 24.04.2024

Ahora, que vuelvan a Pamplona

La Audiencia Provincial de Navarra ha decretado la libertad provisional de los cinco miembros de La Manada, condenados por abusos sexuales a una joven de dieciocho años en Pamplona. Dos meses antes en Pozoblanco drogaron a otra joven y le realizaron tocamientos.

A ambas las grabaron sin su consentimiento y, para mayor escarnio, esos vídeos han llegado a las redes sociales con lo que ello implica de delito contra el honor, la intimidad y la dignidad de esas dos mujeres.

No voy a entrar en las leyes ni el Código Penal, que evidentemente tiene resquicios para que sea legal poner en la calle a individuos de esta calaña. Sé que hasta que no sea firme la sentencia la gran mayoría de acusados y condenados no son retenidos en prisión. Pero hay algo distinto en el caso de "La Manada" que es su repercusión, el clamor social (que no juicio paralelo), el devastador efecto que produce en las mujeres (y también en los hombres) que cinco indeseables, cinco machirulos macarras que abusaron de una joven y le metieron mano hasta en las ideas y a los dos meses de otra, a la que violaron en un portal -lo llame como lo llame la Ley- sean puestos en libertad provisional.

La alarma social, lo barato que cuesta abusar, forzar, humillar a una mujer, a dos mujeres, a todas las mujeres. Y no hay que ser feminazi ni histérica ni roja ni blanca ni azul. Esta decisión sonroja a todos los hombres y a todas las mujeres que defendemos desde el respeto la convivencia, la libertad, la dignidad.

La Audiencia de Navarra decreta libertad provisional para La Manada y hoy las mujeres y los hombres somos de nuevo manada contra todo aquel que abuse de una mujer y rompa las normas de la paz, de la igualdad, de la democracia. Aquí no hay resquicios legales que valgan si para que salgan libres cinco abusadores condenamos a la víctima a estar presa de por vida.

Instamos a denunciar a las mujeres que han sido víctimas de una violación o de abusos y asistimos después a la criminalización de la víctima, al examen de su conducta moral, a cómo trascienden su identidad y fotos que jamás debieron salir a la luz. Sacamos a sus violadores de la cárcel y la volvemos a dejar en pelotas, acojonada, humillada, igual que aquella madrugada en un portal de Pamplona donde cinco tíos como cinco armarios la penetraron por todos los agujeros de su cuerpo y tiraron su móvil para que no pudiera pedir auxilio.

Cinco tíos que hablan de nosotras como un cacho de carne con patas Cinco tíos que iban dispuesto a follarse a una "gorda" entre todos y tuvieron la "suerte" de cruzarse con una mujer con sus dieciocho recién estrenados a la que le han jodido la vida para siempre. Créanme: conozco a miles de mujeres y ninguna de iría de buenas a primeras con cinco tíos a un portal. Y si lo hicieran y fuese por gusto, olé sus ovarios y allá cada uno con su vida.

Los miembros de La Manada disfrutarán de libertad provisional y su víctima vivirá una eterna condena.

Ahora, que vayan a las fiestas de Pozoblanco o que preparen su regreso a los Sanfermines, que quedan a la vuelta de la esquina, si eso. Y que recen para que sus hijas o sus hermanas o las mujeres que quieren, si es que quieren a alguna, no se encuentren jamás a una manada de cerdos como ellos.

Ahora, que vuelvan a Pamplona
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