Y así son las cosas, las de la regeneración política, las de la lista más votada, las de la ley D´Hont y las elecciones dos de dos, y en dos meses.Lo mismo alguien entiende algo, aunque el paisano de a pié creo firmamente que entiende que por España, por Zamora o por su pueblo, en definitiva por el bien de todos y el del bolsillo del político en cuestión, está claro que ya todo vale.
Y si así son las cosas y así se las hemos contado, como diría Buruaga, no espabilamos, no escarmentamos y siempre acaba muy parecida la cosa, esa que se rompe como de costumbre en las espaldas de todos los ciudadanos de este país. Ciudadanos que siguen sin entender como les votan a estos que solo se ponen de acuerdo para subirse el sueldo o para enganchar un sillón sea como sea.
Y hombre está claro, poder y dinero van unidos, por ejemplo: que un concejal con poco más de 50 votos de un total de poco más de 500 sea el alcalde de una localidad pues como que increíble, que más allá de representar la lista más votada es causa de terceros o cuartos intereses, es de nota. Que la Diputación de Zamora siga siendo Popular después de años y años de mandato en la derecha, ( si no se rompen los pactos claro está, que ya lo de Burgos, problema al canto ha traído...) que el Ayuntamiento de Zamora sea el más rojo de España o que haya pueblos que tengan que repetir las elecciones dentro de seis meses son cosas del estado de derecho, este que le dio a Sánchez la opción de cargarse a Mariano Rajoy sin pasar por las urnas, pero eso es algo que cualquier político entiende como cosa normal, siempre que sea a él al que le toque.
En los derechos está el sino, y en los fundamentos de todos el de no volver a tropezar en la misma urna e intentar aceptar regeneraciones, pactos y listas más votadas, incoherencias políticas que alían a candidatos de pensamientos más que contrarios para alcanzar el juego del trono que supone un escaño, una alcaldía, o un cargo en una mancomunidad, en un partido o en cualquier puesto de relevancia política o institucional, aquí ya vale todo, porque si se ponen en la piel del que le toca..."a mi si estuviera en tu lugar"...no juzguen que seguro que encima les caería la chapa de algún amigo íntegro si es que quedan, (íntegros ...que no amigos), y es que somos así de conformistas y de poco auténticos. Somos así de cainitas y de interesados y de españoles sobre todo. Que se lo cuenten a los catalanes que se castellanizan y se hacen españoles hasta en eso, en la tozudez y en las aleaciones extrañas de gobierno siempre para su propio interés.
Hoy ver a PP y Ciudadanos votando un alcalde de Podemos ya es lo más, en el top ten de la sin razón, pero claro está que eso solo pasa en España y también a veces en Zamora porque somos una provincia de contrastes. Cuchillos, hay en el PSOE, en el PP en Podemos y seguro que en todas las casas.
Zamora no es comunista ni roja, es de Francisco Guarido, un señor de izquierdas que ha podido desbancar a la derecha en menos de cuatro años y también no olviden a la izquierda burguesa, por cierto también ha roto esquemas con sus propias siglas las de IU, poniendo claro que en la confluencia con Podemos no hay nada que rascar. Los principios se llevan a cabo y el demostrar que NO es NO o que IU es IU les ha costado pero ahí están los resultados y la ventaja sobre los competidores. Se jura por conciencia, honor y por imperativo legal en cuanto a la realeza, como mandan los cánones de la izquierda republicana, pero eso da lo mismo, somos raros hasta para eso y criticamos todo hasta la coherencia en las ideas.
Raros porque somos la provincia de España con el único alcalde de IU que se afianza, con el alcalde más joven de España que con tan solo 19 años gobernará en Villalazán y también tenemos la aleación de Roales la de PP, PSOE y VOX para dar la alcaldía a uno de los pocos alcaldes que tiene la formación de Abascal en el territorio nacional.
Somos raros hijos de padres y madres diferentes, ¿tolerantes? esperemos que si y que las cosas no se "salgan de madre" si no lo hicieron ya.
Pactar o no pactar he aquí su sillón compañero, camarada, señoría...