Si, a los sanabreses y por ende a los zamoranos, eso si a los gallegos se les vende la moto, en este caso el tren, y a ellos si que les beneficia. Cierto es que se van dando pasos, pero incumpliendo los plazos que vaya por Dios tuvo también culpa la pandemia de ello, aunque los trabajos en grandes obras e infraestructuras fueron los primeros en retomarse.
Mañana el ministro Ábalos ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, presidirá el acto por la mañana, y hará el recorrido inaugural del tramo Zamora-Pedralba de la Pradería, perteneciente a la Línea de Alta Velocidad (LAV) Madrid-Galicia, Jose Luís Ábalos estará acompañado por la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz e imaginamos que por todo un elenco de aplaudidores de una infraestructura que no está acabada ni en sus accesos.
Si no hay contratiempos vendrá a inaugurar un tramo y una estación que no tiene accesos para los usuarios, que contrariedad. Volvimos a vender el humo que se vende siempre que hay que tapar agujeros y que cumplir plazos que realmente y con la que está cayendo nos la soplan. Llevamos años de retrasos en infraestructuras de tren, de carreteras ( pobre 122) y el largo etcétera es infinito, uno más que más da, pero no nos tomen el pelo.
Año y medio más o menos de retraso del que tendrá también culpa la pandemia, 8 meses en los que tampoco hemos aprendido nada y no hemos hecho más que escuchar sandeces y de previsiones nada. Los consejeros y los expertos y los sueldos de estos...lo que nos habrán costado. Pero volviendo a la estación de Otero, ADIF nos la ha vendido 22 veces, mañana nos la venderán otra vez, pero el apeadero se abre solo mañana no se engañen, y no piensen en que pueden ir a Sanabria en tren de alta velocidad porque allí de parar, nones.
La parada está o en la Gudiña o bien en Zamora, Sanabria sigue sin existir porque su estación está sin acabar. Triste pero así es, mañana se inaugura un tramo que lleva a una estación donde ni los accesos se han terminado, vendemos el humo que ni siquiera verán los que se acerquen a la estación, puesto que los accesos están así:
Se inaugura la estación sin accesos, el tramo, y volvemos a vender pantanos y no los hemos ni finiquitado. El que quiera llegar a Sanabria en tren de alta velocidad tendrá que o parar en Zamora y se coge el coche de línea, o bien alquila un coche para llegar por las magníficas carreteras de esta provincia si no lo para ningún ciervo o jabalí en la N-631 que tela también como está la pobre, o bien se marcha hasta la Gudiña para recorrer lo andado tan deprisa que tardará más menos lo mismo en llegar a lo que ahorró con el nuevo tramo.
El caso es el de siempre, tarde y mal y ahora despliegue y ministro va y viene a inaugurar algo que nos sirve de nada, hasta el Presidente de la Diputación dice que no va a la inauguración porque nada se abre sino que es un "paripé". Y razón tiene, como también esgrime el diputado de turismo que en la parte sanabresa que le llegan de los orígenes le quema la sangre pensando en lo que los zamoranos pensamos, que nos vuelven a vacilar y a tomar el pelo.
La inconclusa estación de Otero a la que le vacilan hasta en el nombre tendrá un rendimiento cero para Zamora y provincia al menos hasta que no abran el tramo gallego para que se pueda dar la opción de parar en Sanabria. Los accesos aún no están acabados, la estación otra de lo mismo, el caso es que hay que venir y figurar y no solo con un ministro sino con dos y claro toda la troupe de "acompañadores" que van a ver como las fotos venden una estación que ni por asomo se finaliza en un par de meses. Los que lucirán palmito serán los aplaudidores de la provincia y de la región, pero claro, esa historia es política y de junta culos, no de defender la provincia y su ninguneo que más vale que pusieran las barbas a remojar porque esto de las fotos se quedan más tarde en la hemeroteca y no por llevar el mejor traje...
Que será de Sanabria, de Monte la Reina y de tantos y tantos proyectos inacabados y vendidos mil veces...pues la de siempre la Zamora vaciada, ninguneada, y pisoteada a la que en Madrid y en los sueldos de sus señorías nada importa.