jueves. 25.04.2024

Hablar con Carmen no sólo es un placer sino un aprendizaje continuo y una amplia reflexión a la sencillez. Podemos ver su obra en la galería Espacio 36, desde el 23 de octubre al 7 de noviembre.

Vivir con Ernesto, la enseñanza y la pintura son las claves de su experiencia.
Profesora jubilada hace una década, le da gracias a la vida por todo lo que le dieron sus padres, lo que comparte con familia, amigos y ante todo por su vida acompañada con Ernesto Quero, con el que estuvo cuarenta años casada.

Emocionada a cada paso de los recuerdos con Ernesto, toda su pintura está relacionada con él.
Ella no dedicó tanto tiempo como su marido a la pintura por sus obligaciones como mujer en la casa, y no ha sentido especial interés en que se conocieran sus obras, sólo con Ernesto ha querido compartir sus cuadros, sus inquietudes artísticas, sus opiniones, sus criterios.

Reacia absolutamente a la idea de exponer su obra, pero con el férreo y concienzudo sentido del deber, con el que ha regido toda su vida, expone su obra, porque cree que es el momento de hacerlo. Esa devoción por "lo que hay que hacer", sin mayores concesiones, como su gran ídolo Morandi que lo proyectaba hacia delante y engrandecia.

Argumenta con delicadeza de detalles haberse sentido muy enriquecida por todos sus años como profesora de Didáctica de la Expresión Plástica en la Escuela Universitaria de Zamora, donde enseñó a sus alumnos el sentido estético del arte, y a encontrar la belleza plásticamente.
Vive y disfruta de una vida cultural continúa, y muy amplia, en la que ha demostrado su sentido crítico y analítico.
El arte en general es un goce para el hombre que hay que aprender a disfrutar plenamente.

Ella se reconoce e incluso autodefine muy exigente en el arte y consigo misma, con sus cuadros.
Mujer rigurosa, exigente y crítica. Muy buena dibujante con una habilidad innata.

Pinta bodegones, y objetos de su entorno en los que encuentra ese algo especial.
Le gustan las muñecas, objetos antiguos y los cotidianos, utensilios de su vida diaria y utensilios de pintura. También fachadas, barcos, paisajes.

Se autodefine hiperrealista porque así es toda su vida, tiene que tener más control de todas las cosas, sin dejar ningún hueco para la espontaneidad, aunque le gusta contemplar y admirar mucho el expresionismo.
Le inspira la belleza que ve exteriormente en las cosas. Y eso le motiva a pintar.

Busca la bondad en cada una de esas cosas que aborda y las dota de estilo plástico sosegado y quietud, irradiando grandiosidad.
Pinta, pinta y pinta, que es lo que ahora más disfruta, hasta que al final termina lo que está haciendo y siente orgullo. Buscando constantemente la belleza y el paso del tiempo en los objetos.

Trabaja con óleo sobre tela y sobre tabla que ejerce más control en su estilo hiperrealista.
Como una apasionada de los matices, y de todas las posibilidades del óleo, con el que puede manchar, quitar, extender, empastar, raspar, rehacer, para obtener ese resultado elaborado en la pintura. Estudiando la multitud de texturas que se consiguen con el óleo a diferencia de otros materiales.l

Carmen Hernández destaca en la modestia y sencillez de su vida y de su obra que la convierten en extraordinaria.

Artículo de Yolanda Misol

Carmen Hernández Aguado, expone en Galería Espacio 36, hoy la conocemos mejor