miércoles. 24.04.2024

Enamorado de la Sierra de la Culebra, el biólogo y educador ambiental, Pepe España, lleva desde el año 1992 visitando este territorio zamorano para poner en práctica su mayor pasión: la observación del lobo y del resto de la fauna.

Fascinado por este cánido salvaje, un superdepredador oportunista que caza al anochecer y que tiene en la manada su mejor impulso para subsistir, España compartió ayer sus conocimientos en Zamora con una conferencia, dentro de las II Jornadas del Lobo Ibércio que se desarrollan en La Alhóndiga hasta el viernes, 27 de noviembre. En ese marco defendió al lobo, pero reclamó también una estrategia en común para preservar los derechos de los ganaderos.


-¿Cómo compaginar la protección del lobo con la presencia de ganado en un mismo territorio?

-Todos tenemos que poner de nuestra parte. Conservacionistas, ecologistas y naturalistas tenemos que ceder en parte a la hora de decidir el nivel de protección que se le da a la especie. Pero lo más importante es que medidas de protección se pueden aplicar para evitar, en la medida de lo posible, que el lobo siga incidiendo sobre la cabaña ganadera. Los ganaderos también deben poner de su parte y cambiar sus hábitos. Curiosamente, en la Sierra de la Culebra es donde este cánido hace menos daño a los animales domésticos porque toda la vida ha habido lobo en los campos y los ganaderos han desarrollado medidas de protección. En otras zonas esto no ocurre.

-¿Qué hábitos deben cambiar los ganaderos?

-Desarrollar medidas preventivas. La más importante es la presencia de mastines en ganaderías en intensivo o en extensivo. El mastín trabaja tanto en extensivo como en intensivo y con cualquier raza de ganado doméstico. En el norte de Europa se ha comprobado que defienden hasta rebaños de ocas y gallineros.

-En Zamora se está intentando promocionar el burro como protector de los rebaños...

-La diferencia con el mastín es que el burro no defiende al ganado, lo que hace es servir de alarma. El asno es el primero que detecta la presencia del lobo y avisa al ganadero, pero es solo una alarma.

-El Ministerio de Transición Ecológica prepara una Estrategia para la Conservación del Lobo que propone homogeneizar el estatus de protección de la especie a nivel nacional. ¿Va por buen camino? ¿Se reconciliarán intereses tan dispares como ganaderos, ecologistas, cazadores..?

-Es necesario un nivel de protección a nivel nacional, como propone el borrador, pero siempre con la coletilla de que si en un territorio hay incidencias de forma reiterada, se puedan llevar a cabo medidas de gestión con respecto a esa zona en concreto. Pero una protección igual en todo el país es la bandera que permitiría al lobo conquistar nuevos territorios.

-¿Cuántas manadas hay hoy en España?

-El último censo oficial es de 2014 y rondaba las 297 manadas. Lo curioso es que ese censo arroja los mismos datos que el que se hizo hace 30 años, lo que me hace pensar que la evolución del lobo ibérico no ha sido la adecuada. Esto puede significar que ha conquistado más territorios, pero siempre con menor número de individuos. Si hace 30 años las manadas eran de 8 ejemplares, ahora son de 4 o 5 como mucho.

-¿Ese número de manadas supone que el lobo no está en peligro de extinción?

-La especie no está en peligro de extinción, pero al ser una especie que cumple un papel muy importante en los ecosistemas debería ocupar todo el territorio nacional. La cuestión es que hay territorios que el lobo no puede conquistar porque no están las especies con las que coexistir. No podemos decir que el lobo va a llegar hasta Murcia si allí no va a tener alimento.

-¿Por qué es tan importante que exista el lobo?

- Por la labor que cumple en el ecosistema como sanitario y controlando y regulando los animales salvajes. El lobo controla todo lo que "no sirve", es decir, animales enfermos o débiles. Desde esa labor de sanitario, el lobo consigue impedir la transmisión de enfermedades a los animales domésticos.

-¿Hay que contar los cazadores a la hora de establecer una normativa de protección de lobo?

-Si, hay que contar con ellos. El arraigo de la caza en España ha sido, es y será muy importante. El lobo preda sobre las especies cazables, así que hay que ver de que forma se puede regular ese tipo de gestión para que al hombre no le falta caza y al lobo, presas. Este aspecto es el más complicado a la hora de determinar como se gestionan las poblaciones de los cánidos salvajes. Por eso, en la mesa de trabajo que promueve el Ministerio de Transición Ecológica debemos estar representados todos.

-¿Qué parte de culpa tienen las distintas administraciones en este conflicto entre lobo y ganaderos?

-La Administración ha podido en ocasiones tirar balones fuera y obviar el problema, pero debemos contar con ella sí o sí. La Administración debe estar ahí para legislar esa protección.

-En comparación con otros países, ¿España legisla mejor o peor esa protección?

-Somos el país de Europa donde más lobos hay, pero no somos el país europeo que mejor legisla sobre especies salvajes. La Administración debe ponerse las pilas y debe contar con gente cualificada, que es la que sabe como atajar el problema y dar soluciones a favor de la protección de las especies.

-Como biólogo, ¿qué le parece el Centro del Lobo de Robledo?

-Me parece una idea muy acertada. El hecho de integrar Educación ambiental con conservación e investigación hace resaltar el valor de un parque zoológico y transmitir valores culturales, ecológicos y científicos que tienen las especies que los integran. Además, con el personal tan cualificado que tienen en ese centro, me parece que hacen una labor muy importante.

-¿Por qué el lobo fascina pero, al mismo tiempo, tiene tan mala prensa hasta en los cuentos infantiles?

-Forma parte de nuestro acervo cultural. El hombre ha utilizado al lobo tanto para bien como para mal. Es algo que vemos en la mitología, en cuentos, historias y leyendas. Esta especie de balanza hay que tenerla en cuenta porque revaloriza la historia cultural que rodea la especie. No debemos olvidarla: desde el dios Odín, para quien el lobo era maléfico, hasta la loba que amamantó a Rómulo y Remo. Hay que tener en cuenta esos extremos y centrar la historia hacia el lado gris: el lobo es un animal salvaje que comete acciones que al hombre no le gustan, pero que debemos aprender a vivir con ellas. La labor de educación y concienciación que se hace con jornadas como las de la Alhóndiga son muy importantes.

-¿El Hombre y la Tierra, de Félix Rodríguez de la Fuente, sigue siendo el programa referente en España, el que despertó conciencias?

-No cabe duda de que la labor del doctor Félix fue importantísima. Él fue el que logró que el lobo pasase de ser alimaña a especie cinegética y consiguió que en el noroeste de España empezasen a verse más lobos. Esa labor de transmiitir información, como lo contaba con imágenes, llegó a muchas generaciones. Yo creo que sigue coleteando la imagen de ese gran divulgador metiendo los bosques y resto de ecosistemas en la casa del espectador.

-¿El lobo puede ser realmente una fuente de riqueza para Zamora como recurso turístico?

-Nosotros con la empresa que tenemos, Signatur, desarrollamos actividades de observación del lobo y la completamos con cursos de formación en un fin de semana. Esas personas que vienen de toda España aportan riqueza y hacen que se fije población rural. Todas las empresas de este tipo cumplen esa función. Revalorizas la zona, la especie y ayudas a fijar población. Ahora hay una frase de moda al respecto: el lobo vale más vivo que muerto.

Pepe España, biólogo y educador ambiental: "El lobo cumple una labor de sanitario...