Tras una primera oleada marcada por los aplausos desde el balcón, los mensajes de ánimo y los arcoiris, la tensión se está haciendo más que palpable en esta segunda ola de pandemia. El hartazgo y el cansancio de la población está derivando en ataques y faltas de respeto hacia el sector sanitario, una actitud promovida por una minoría de ciudadanos, pero que es rechazada de manera generalizada. Así lo muestran los zamoranos en las redes sociales y es más que palpable en grupos cerrados de opinión.
"Por favor, no nos ataquemos mutuamente. Guardemos esas fuerzas para luchar contra las adversidades y contra quien realmente no está haciendo las cosas bien. Somos nosotros los que podemos hacer la diferencia, siendo socialmente responsables y profesionalmente competentes". Con esta llamada se pide a la ciudadanía que se utilicen las redes sociales para su verdadero fin: informarse y opinar, pero siempre desde el respeto que merecen todas las profesiones y profesionales.
Los sanitarios llevan más de nueve meses de lucha contra la Covid-19 una lucha a la que también se han sumado, de manera más esporádica, ciertos comportamientos o actos incívicos por parte de quien, durante los primeros meses, los consideraban un foco de contagio. Lejos de ceder a estas presiones, estos profesionales han continuado en primera línea, cayendo víctimas de los contagios por la exposición a los pacientes. Un acto que la población continúa agardeciendo, y por la cual se han lanzado a los grupos de Facebook para solicitar respeto a un sector en plena lucha por sus derechos básicos en plena pandemia.
En estos grupos de Facebook de colaboración mutua, se reconoce que hay actitudes reprobables, pero enfatizan en que en ningún caso pueden derivar en ofensas o ataques gratuitos, ni hacia los sanitarios ni hacia los profesores ni ningún otro sector o trabajador. Un comentario que ha sido aplaudido por los miembros integrantes y que llama a bajar los niveles de crispación.
"Sí, es verdad que hay servicios que están colapsando, hay procedimientos que no se están haciendo o que se están haciendo menos bien. Pero yo personalmente también conozco a médicos y enfermeros que están agotados por dar tanto de sí. Conozco a profesores que han estado un trimestre completo dando todo para que sus alumnos tuvieran clases online y haciendo todo lo que podían, frente a una dirección que no se movía, ni siquiera atendía un teléfono o contestaba a un email. Así que hay de todo. Del mismo modo, en todos los otros colectivos de nuestra sociedad y de nuestra provincia - ¡todos!- encontramos a personas que lo están pasando mal, que están agotados y que están dándolo todo para seguir adelante".
