viernes. 29.03.2024

¿Cuantísimas veces nos hemos encontrado en una situación que es como un bucle que se traslada a nuestra cabeza y no podemos hacer nada por qué se vaya? ¿Alguna vez que algo te tenga tan agotado emocional y mentalmente que estás deseando que llegue la noche y poder dormir para desconectar pero a mayores no lo consigues ni a tiros?

Puede haber una solución momentánea para esto. Es una solución de urgencia, sobre la marcha y para afrontar unos pocos días. No podemos convertirla en nuestro modo de vivir porque nos puede salir caro o nos puede convertir en unos obsesivos. Y eso, no lo queremos ¿verdad?

Pues resulta que existe una solución o forma de parchear estos momentos. Y desde luego que la antisolución consiste en quedarse sin hacer nada. Por lo que lo ideal es que nos refugiemos en hacer nuestro trabajo o tareas pendientes con la mayor atención y desempeño del que hayamos hecho jamás. Al principio cuesta, pero cuando lo hayamos conseguido percibiremos que nuestro problema no está tan presente en nuestros pensamientos.

Pero mucho cuidado con llevarlo al extremo: porque de lo contrario nos podría generar un estrés bastante agudo debido a la sobrecarga en tarea.

Lo más apropiado cuando pasen unos días es tirar de lo que los psicólogos llamamos resiliencia personal (vamos la fortaleza), y sobre todo pensar en uno mismo y quererse y anteponerse a uno mismo ante todo el mundo que nos pueda demandar (quedan aquí excluidas personas a las que debemos apoyo incondicional porque esa relación es recíproca (padres, hijos...).

Espero que este consejo temporal sea de gran ayuda aunque muchos de vosotros ya lo conoceréis u os pareciera totalmente "manido" y evidente.

Un buen remedio para no pensar
Comentarios