En la nacional 631 en torno a las 16:00 horas varios vehículos esquivaban una pequeña cachorra de podenco que se había perdido por la mañana.
Al parecer su dueña la empezó a echar de menos al mediodía y el final feliz por esta vez se dio gracias a unos viajeros que pararon y recogieron al animal que mostraba signos de cansancio y deshidratación.
Las personas que recogieron a la perrita preguntaron en Ferreras de Arriba para intentar encontrar al dueño, pero no fue posible, nadie conocía a la pequeña.
El animal despistado y/o huido de su lugar de origen fue entregado en el cuartel de la Guardia Civil de Tábara donde una patrulla rural identificó gracias al chip que portaba el cachorro a su dueña, que desde Moreruela de Tábara se desplazó para recoger a su cachorro.
Los agentes con gran diligencia y especial trato con el cachorro agradecieron el gesto de los viajeros. Un final feliz en tiempos de mucha desgracia y poca conciencia para con los mejores amigos del hombre.