jueves. 28.03.2024

Terrazas vacías, el frío arrecia, la lluvia, el viento y los bares sin clientes son la tónica dominante de este martes 9 de febrero de intempestiva mañana de invierno que es premonitoria de lo que sucederá también y de lo que se mantendrá durante esta semana o al menos así lo anuncia AEMET.

Bares cerrados y sin clientes con las terrazas ya no bajo mínimos sino a cero. También el mercadillo de los martes suspendido eso si con los baños puestos por si acaso. Y todo paralizado ante un mal tiempo que no da tregua y deja levantar cabeza. Charcos y alcantarillas a rebosar para mostrar también las carencias de una ciudad que aún con superávit en las cuentas municipales, se encharca siempre en los mismos siempre. 

Según la Junta de Castilla y León que ya advirtieron que podía alargarse el estado de alarma con las medidas excepcionales hasta el 27 de este mes, hoy lo mejor que puede hacerse es estar en casa porque llueve con ganas.

La pandemia que obligó a adelantar la hora de toque de queda y que hoy podría tener ya el veredicto del Tribunal Supremo ha dado al traste con las horas de reunión y la de cierre ha dado la puntilla en semanas anteriores a los benditos bares que cierran  a los que no tienen terrazas y hoy también a los que la tienen porque hay que tener humor para con la que está cayendo aventurarse a pedir un café. Estos días salvo para los restaurantes y bares que sirvan comida para llevar no hay más que resignación también para los pobres repartidores que hoy se la jugarán un día más con las líneas blancas del asfalto. Habrá que reinventarse por enésima vez y echar una mano pidiendo comidas y cenas a los que durante tantos años aguantaron nuestras voces, risas, y salidas de tono que no se van a dar en meses.

Hoy es otro de esos días en los que este refrán se pone de manifiesto, ese de la hostelería y del comercio que dice: "Día de lluvia cajón vacío".

Hoy las terrazas auguraban el cierre y los responsables de la hostelería, asociaciones incluidas entre tanto preparan sus movilizaciones agónicas. Una concentración frente a las Cortes de CyL en pro de la defensa del sector, o en Madrid o en cualquier parte, espera siempre el apoyo de todos y cada uno de los hosteleros de la comunidad, la unión hará la fuerza pero deberá ser multitudinaria como ocurrió con el sector de la cultura que tampoco ha recibido más que un subsidio de 3 meses de 430 euros para sus técnicos y profesionales, nada parecido a la compensación que Alemania da a sus bares subvencionándolos durante un mes con el 75% del importe de las cajas que hicieron el año pasado por estas fechas.

Algo está claro, hoy es otro día triste y de cajón vacío y también está claro que no todos somos Europa y en cada país las cosas funcionan de otra manera.

Día de lluvia cajón vacío, terrazas sin clientes y mercadillo suspendido