sábado. 20.04.2024
Imagen del arco de piedra sustraído del patio de los Condes de Requena (Foto: Facebook)

La Policía Judicial de Zamora ha encontrado recientemente en una localidad próxima a Toro un arco de piedra que fue sustraído durante las pasadas Navidades de uno de los patios del Palacio de los Condes de Requena, y que es propiedad del Ayuntamiento. Este arco fue realizado por alumnos de uno de los cursos de la Escuela Taller que se han llevado a cabo en la ciudad, y su valor podría ascender a 17.000 euros.

Tal vez lo más destacado de este asunto es que el arco de piedra, que es propiedad del Ayuntamiento de Toro, fue sustraído del patio del Siete del Palacio de los Condes de Requena, edificio en el que se encuentra la Policía Local y que está vigilado mediante cámaras, por lo que quien cometió el robo del arco se saltó la doble vigilancia del lugar, y es que, según parece, alguien tapó con un papel una de las cámaras de vigilancia cuando se sustrajo el elemento decorativo, que acaba de ser localizado como parte de la ornamentación de un establecimiento público dedicado al vino y al turismo en un pueblo cercano a la localidad toresana.

El alcalde de Toro, Jesús Sedano, explica que este arco es un elemento construido en piedra, ya "hace años", por los alumnos de una de las Escuelas Taller que se han desarrollado en la localidad, cuyo valor se estima entre los 12.000 y los 17.000 euros, y que posteriormente fue colocado en el patio del Siete de los Condes de Requena. El regidor popular ha añadido que, supuestamente, esta construcción en piedra fue sustraída de su lugar durante las pasadas Navidades, lo que supuso que el Consistorio presentara, poco tiempo después, "una diligencia" en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Toro, dando lugar también a que la Guardia Civil comenzara la investigación de los hechos, lo que "ha dado sus frutos", ya que, según ha indicado Sedano, el arco ha sido hallado, "montado e instalado", en un establecimiento, cuya función se relaciona con el vino y el turismo, en una localidad próxima a la ciudad de Toro. Sin embargo, ha rehusado aportar más detalles sobre los hechos, puesto que se trata de una "investigación judicial abierta".

El mandatario municipal también ha afirmado que el Ayuntamiento "hará todo lo posible" para restablecer el arco, tanto a su propietario como a su lugar de origen, y que efectuará las gestiones "oportunas" para que los responsables sean llevados ante la Justicia. Por otro lado, añadió que, cuando el Juzgado aclare los hechos, el Consistorio decidirá si este elemento podría instalarse en algún espacio público de la ciudad.

En febrero de este año, un constructor toresano, P.M., fue acusado del robo de este arco, que se encontraba ubicado en el patio del Siete del Palacio de los Condes de Requena, aunque no se contaba con pruebas para ello, según han asegurado los familiares de este empresario, ya que "se basaron sólo en el hecho de que en esos días pasaba mucho por una determinada calle", aunque "nosotros demostramos que durante ese tiempo estaba trabajando en una obra en esa calle".

Fuentes jurídicas consultadas han precisado que, por este motivo, y tras el hallazgo del arco de piedra, el constructor se ha personado en las diligencias penales que ha iniciado el Juzgado, como así señala la familia del constructor, que ha confirmado que "nos hemos personado en la causa con la finalidad de que se restablezca nuestro honor", puesto que esta acusación ha supuesto un perjuicio para estas personas, que no protestan contra el registro que la Policía Judicial realizó en sus propiedades, sino contra "la forma en la que se hizo".

Y es que, según explican a través de una carta que han publicado en Facebook, y que también han remitido a este diario, el pasado día 5 de febrero la Policía Judicial de Zamora se presentó en sus obras, procediendo a registrarlas y "a hacer fotos de cada rincón sin que nosotros supiéramos lo que estaban buscando". En este sentido, han comentado que "podrían haberle llamado por teléfono para preguntarle por qué pasaba por la calle, igual que hicieron con los otros trabajadores de esa obra".

Y es que, según resaltan, "una gran cabeza pensante [...] me inculpa directamente [...] y me manda directamente a la Policía Judicial, quedando mi reputación y mi honestidad manchada".

Los familiares del constructor afirman que, tras presentarse en su casa, ellos mostraron a los agentes "todos los papeles de las obras, los dietarios y libros sellados de la Junta de Castilla y León", así como "la documentación que justificaba el paso continuado por la calle que se encuentra junto a los Condes de Requena y el uso de un todoterreno con carro". Aun así, los agentes registraron su nave y su finca de recreo, "que es propiedad de la familia, no nuestra", y finalmente "nos obligan a declarar en el cuartel de la Guardia Civil, y también a nuestros trabajadores".

Así las cosas, inicialmente la causa fue archivada, pero cuatro meses después "aparece el arco" y "queda demostrado que fue acusado sin tener pruebas", por lo que la familia del constructor subraya en su escrito que pretende que "juzguen y pague quien de verdad se inventó toda esta historia y quien fue capaz de sustraer el arco", por lo que "vamos a ir hasta el final".

Encuentran un arco de piedra de cuya sustracción se acusaba a un constructor toresano