martes. 16.04.2024

El agua no ha impedido que los casi mil hermanos de la cofradía acompañasen está noche a la imagen de Jesús Yacente, una de las de mayor devoción del pueblo zamorano, protegida de la lluvia bajo una urna de metacrilato y portada a hombros por sus hermanos de carga.

Antes de su salida, la Hermandad anunciaba un itinerario corto suprimiendo la llegada a la Catedral para dirigirse desde la Cuesta de San Pedro por el Arco de San Ildefonso hacia la plaza de Viriato, donde miles de personas han esperado pacientemente bajo la lluvia el cántico del Miserere.

Ese momento mágico y místico en que el cielo y la tierra se unen cuándo pasa Jesús Yacente y las doscientas voces del coro entonan el salmo de la penitencia bajo la dirección de Pablo Durán.

Allí, en ese momento, con el coro están también los que un día unieron sus voces en la noche del Jueves Santo y hoy cantan con sus compañeros desde el otro lado de la vida. Y miles de corazones, miles de almas que se emocionan, y lloran, y rezan, cuando el coro rompe el silencio de la noche y rasga los cielos con su salmodia.

Finalizado el canto del Miserere la imagen de Jesús Yacente ha regresado a la iglesia de Santa María la Nueva mientras la lluvia seguía cayendo mansamente. Ahora, con la penitencia cumplida, los zamoranos le piden a esa lluvia con los ojos cerrados que deje libre la madrugada.

Galería de imágenes y vídeos. ( Aroa Colmenero, Marcos Vicente, Pablo Clemente, Óscara Antón y Fco Colmenero)

MISERERE 1

MISERERE 2

SALIDA DE LA PROCESIÖN

Zamora entona el más bello Miserere a Jesús Yacente bajo el agua