viernes. 19.04.2024

La bicicleta se ha convertido en un medio de transporte cada vez más utilizado tanto en trayectos en vía urbana como interurbana. El aumento en su uso ha conllevado un incremento del número de accidentes que sufren sus conductores. De 2.662 en 1998 a 8.242 en el 2016, según datos de la DGT. De estos siniestros, el mayor crecimiento se ha experimentado en las ciudades, donde se han alcanzado 5.931 siniestros el pasado año.

En 1998 se produjeron 1.553 accidentes en vía urbana y 1.109 en carretera, con 113 fallecidos. 82 de las víctimas mortales se dieron en vías interurbanas. En 2010 muestran un aumento de estas cifras: 2.596 siniestros en ciudad y 1.246 en carretera. Los fallecidos se redujeron ese año a 18 y 49 respectivamente. El total de heridos fue de 3.382 (2.928 leves y 464 graves), lo que supuso un aumento con respecto a años anteriores.

A partir de 2016 las cifras de siniestralidad han aumentado de manera alarmante. Se registraron un total de 8.242 accidentes con ciclistas implicados. Las cifras han doblado en menos de 6 años tanto en ciudad (5.931 accidentes) como en vía interurbana (2.311 accidentes). El número de fallecidos se ha mantenido estable alcanzando las 67 víctimas mortales.

La puesta en marcha de servicios municipales de alquiler de bicicletas, que ya han alcanzado las 6.000 en Barcelona, 2.750 en Valencia y más de 2.000 en Madrid, junto con distintas iniciativas privadas, contribuyen al aumento del tráfico de ciclistas en vías urbanas. Los ayuntamientos toman medidas para mejorar la seguridad de los ciclistas, como la implantación de carril bici, y más recientemente el uso de tecnología en los vehículos a motor que detectan a los ciclistas y evitan los accidentes.

Tecnología al servicio de la seguridad de los ciclistas

Ante esta situación, grandes ciudades como Barcelona o Bilbao han decidido apostar por tecnologías de prevención activa de accidentes. Ambos consistorios han firmado acuerdos con la compañía Mobileye, líder en tecnología ADAS de prevención para, a través primero de experiencias piloto, equipar a los vehículos municipales con sistemas como Mobileye Shield+.

Se trata de una serie de sensores que se colocan en el vehículo y actúan como ojos añadidos para el conductor. Shield +, ayuda a localizar los puntos ciegos utilizando hasta cuatro cámaras,ubicadas estratégicamente, para detectar a los peatones y ciclistas, que, a menudo, se ocultan en estos puntos ciegos del vehículo. El sistema avisa, mediante una alerta visual y sonora, de una colisión inminente, hasta 2 segundos antes de que ocurra.

Un estudio de la implementación de estos sistemas en Washington muestra unas cifras que no dejan lugar a dudas: ningún autobús equipado con las alertas de Mobileye Shield+ causó un atropello de peatón o ciclista, mientras que el resto de la flota -bajo seguimiento, pero sin las alertas de asistencia a la conducción-, causaron seis atropellos a ciclistas, tres a peatones y una colisión con un motorista.

La tecnología como medio para evitar los accidentes de ciclistas en las ciudades