jueves. 18.04.2024
Enrique Augusto Pérez | Foto @fptaximadrid

Desde que estalló la crisis del coronavirus las muestras de solidaridad se han multiplicado entre todos los estamentos de la sociedad civil. Desde el minuto uno, y vista la incapacidad de la administración para garantizar los suministros y servicios médicos que requiere una situación de emergencia como la que vivimos, los ciudadanos -especialmente aquellos que menos tienen, esos obreros que deben levantarse día a día sin fallar uno solo para poner un plato de comida en la mesa- han respondido de una manera ejemplar y que haría sentir orgulloso a cualquiera, por encima de cualquier bandera o himno nacional.

Durante los primeros días de confinamiento las muestras de dadivosidad llegaron en forma de entretenimiento. Las redes sociales se convirtieron en un reguero constante de ofrecimientos para conseguir pasar el tiempo de la forma más amena posible. A continuación, le siguieron multitud de facultativos y especialistas, que ofrecieron sus cuentas en redes sociales como una suerte de consultorio en la que los usuarios podrían disipar sus dudas sobre un posible caso de coronavirus u otras preguntas de índole médico.

Casi de inmediato, comenzaron a circular las primeras informaciones acerca del desabastecimiento de materiales sanitarios de protección en los hospitales. Fue entonces cuando empresas y particulares comenzaron a donar mascarillas y demás elementos de protección individual. Durante las últimas jornadas también hemos conocido como decenas de asociaciones y empresas, eso solo en lo tocante a Zamora, en España han aparecido miles de manos voluntarias, se organizaban para tejer y fabricar mascarillas.

Por último, aunque no en lo relativo al orden cronológico, ya que estuvieron al pie del cañón desde el minuto uno, los taxistas se han erigido como un mecanismo crucial en la crisis del coronavirus. Miles de taxistas por toda España se han ofrecido gratuitamente a llevar a los sanitarios en sus visitas a domicilio para amortiguar el colapso sufrido en los hospitales de toda España ante la avalancha de casos.

En Madrid, muchos de estos trabajadores del taxi son de origen zamorano, oriundos de la provincia que tuvieron, como tantos otros zamoranos, trasladarse hasta Madrid en busca de un futuro mejor. Este es el caso de Enrique Augusto Pérez, taxista alistano que trabaja en Madrid y que durante el estado de alarma está prestando sus servicios de forma gratuita a los sanitarios que necesitan salir a atender urgencias en domicilios particulares. Se le ha podido ver desarrollando esta labor en las redes sociales como la cuenta de Instagram @fptaximadrid.

Como Enrique hay otros tantos, de Sanabria, de Manzanal del Barco, de Alcañices…Currantes que exponen su salud para arrimar el hombro en quizás el momento más complicado que vive nuestro país desde la Guerra Civil.

Taxistas zamoranos que trabajan en Madrid y que, junto a sus compañeros, han rechazado una subvención de 132.000 euros que le ofrecía la Comunidad de Madrid y han solicitado que ese dinero se destine a la Sanidad pública. Haríamos bien en recordar todo esto la próxima vez que este colectivo -como otros tantos colectivos que están al pie del cañón durante esta crisis (sanitarios, trabajadores de residencias, empleados de supermercados, profesionales de la limpieza…)- salga a la calle a reclamar algunos de sus derechos.

La legión de taxistas zamoranos que trabajan gratis en la crisis sanitaria de Madrid