jueves. 25.04.2024

Fili Chillón, cien años de amor y poesía

"Zamora amanecía más pobre, más gris y más triste aquel día de diciembre de 2012 en que Fili emprendía su vuelo".

Dicen que todos tenemos una ciudad que nos habita. Pero es más cierto que somos nosotros los que habitamos las ciudades y las llenamos de vida, de luz, de poesía, de color, de abrazos y sonrisas.

Zamora amanecía más pobre, más gris y más triste aquel día de diciembre de 2012 en que Fili Chillón empredía el vuelo dejando aquí el poso de su palabra, de su ternura, de su mirada, de su energía, de su inmensa fuerza, de sus brazos siempre abiertos.

Han pasado unos años y Fili sigue habitando está ciudad, sus calles, nuestras casas, nuestros corazones, recogiendo el fruto de una semilla esparcida generosamente sobre la tierra que tanto amó, sobre sus gentes, sobre su día a día, sobre todas las pequeñas cosas que conformaban su cántico.

Sus poesías se escribieron en grandes letras en las paredes; su nombre dio nombre a una calle en recuerdo de las mujeres sin nombre; su voz resuena aún por las plazas, los miradores y los rincones, cerca del Duero, en su mirador de la Plaza de Zorrilla o en el remanso de Marialba, donde ya pinta la uva, donde el sol del verano se hacía más liviano.

Amorosa, incansable, sobreviviendo a quienes tanto amó, Fili escribió su más bello verso viviendo, compartiendo, dándose a todos, abriendo su casa y su corazón, aspirando vida hasta el último suspiro, mirando a la misma vida de frente con aquellos ojos que leían el alma de las personas y de las cosas, de la espigas, de los pinceles, del bronce, de las aguas del mar.

Fili Chillón, nuestra mágica Fili, cumpliría hoy cien años y su familia y sus amigos la festejaremos desde la alegría de haberla tenido, desde la emoción de haberla disfrutado y el agradecimiento a la vida por cruzarnos con una mujer mágica, irrepetible, eterna.

Hoy, en tus cien, alzaremos las copas y brindaremos cuando caiga el sol. Y tu nombre, escrito en el viento, sobre el cielo azul de esta Zamora cada vez más dormida, será nuestra canción y nuestro latido, nuestro vino y nuestra celebración.

Feliz cumpleaños. Te queremos siempre, Fili Chillón.

Fili Chillón, cien años de amor y poesía
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