La racha o la edad que sabe nadie, el caso es que cada día son más y más, y mucho más cercanos los que abandonan este "jodido valle de lágrimas", lágimas de esas de las que nos quedan cada vez menos, y pensando pensando ....pero nos vamos a ir ..al cielo?, al purgatorio?, o al recuerdo? de la otra vida nadie vino para saber como se está por tanto...
Cinco amigos de los de cerca, que en menos de 3 meses se han ido y son muertes de las que hacen estremecer a uno y aunque a mí me dieron una segunda oportunidad sigue recorriéndome esa sensación de aquel diciembre en el que me diagnosticaron ese mal endémico de esta sociedad, pero que al final estamos aquí para contarlo unos muchos aunque parezcamos pocos.
Ese escalofrío me recorre la piel demasiado últimamente....El caso es que un hígado, un páncreas, un "de-repente", a veces un colon o un infarto es lo que nos está dejando sin compañeros de clase, de amigos de siempre y sin muchas ganas de hacer nada por uno mismo, o quizá todo, pero es algo que olvidamos en menos que canta un gallo.
Quizá Jesús Campos en su homilía el otro día en el funeral de José María haya acertado. Él, que es otro casi cincuentón al que la llamada del sacerdocio le dio un sentido diferente a la vida, a su vida, y también a la muerte tenga razón y la plenitud esté en otro sitio, en los pequeños momentos y en un cambio definitivo hacia la introspección interior. Muchos de los que despedimos a José María Hidalgo nos hemos visto demasiado estos meses, sobre todo entre las iglesias y los tanatorios.
Luis Ángel Arguello, Toño Costa, Patricio Alonso, y Óscar Barba quintos del 69 se nos fueron en menos de 3 meses y el pasado fin de semana era Hidalgo el que con alguno más se nos fue para no volver más que en el recuerdo, al menos en mi recuerdo alegre de sus momentos de vida.
Pero al grano de la situación: nos hemos planteado que lo único urgente en esta vida es ¿vivir? Pues eso, creo que no lo suficiente. No lo tenemos claro, solo cuando vemos todo esto cerca.
Familias sufriendo, lágrimas de las que ya no quedan y caras como las del sábado en la Iglesia de San Lorenzo. Todo un poema de sin razón, y permítanme de "mala ostia" porque la suerte en este caso no era lo que premiaba.
Vidas truncadas con 50, 49, 56, ...contra natura o contra lo lógico que sería llegar a esa media que poco después del descanso de la jubilación llega para todos.
El caso es el de siempre, en 10 días o quizá en menos, la vorágine del trabajo y de lo cotidiano destrozará ese pensamiento de "que le den, ahora voy a disfrutar". Y sí, los de muy cerca serán o seremos los que echaremos de menos el ver a José María comprando el pan en GOBE el domingo, o a Patri en el periódico o en las manifestaciones luchado contra el mundo y la sociedad injusta, o a Luis Ángel en aquellos "buenos días de wassap compañeros" a Óscar lo tenía lejos pero siempre en las vueltas...ese ¿que tal va esa vida? era obligado. La quinta del 69 se diezma, somos menos y aunque nacimos en el año en el que se subió a la luna y las conquistas del espacio, ya sabemos que en el cielo y en el espacio exterior, solo hay frío, silencio y eso...espacio.
Por tanto y por si en el cielo no hay nada, o más allá tampoco, solo nos queda el recuerdo de lo vivido, háganme caso, no se mueran, disfruten por favor que no quedan ya lágrimas....vivan intensamente y recuerden que lo único importante y urgente es "VIVIR". Ni el trabajo lo es todo ( y aquí entono un "mea culpa") , ni los problemas del diario son in-solucionables, lo único que no tiene remedio en la vida es morir sin haber intentado conseguir la felicidad, y esa está en uno mismo, eso sí que es cierto y seguro.
¡Ah! Y una cosa mucho más importante si quieren, digan te quiero, practíquenlo, y sobre todo no dejen de hacer eso que siempre han querido, el tiempo es poco y la vida demasiado corta.
Me niego a incrementar la tasa de mortalidad y la de abandono de la provincia, pero el de arriba, los dioses del olimpo y los otros, echen un cable por favor.