viernes. 29.03.2024

VELANDO ALMAS Y PLEGARIAS: ESTA NOCHE

ESTA NOCHE

Un año más estamos aquí, vosotros al otro lado, yo ante una pantalla en blanco, escribiendo contra reloj, en esta noche mística en la que los espíritus de los que partieron regresan de madrugada para quedarse, con este runrún en el estómago y esta extraña sensación de que el tiempo corre muy deprisa o de que quizá no pasa y siempre regresamos al mismo punto, al mismo lugar. Esta noche.

Es la noche de velar almas y plegarias, la noche de esperar al día porque mañana, ya hoy, será Semana Santa. Es la noche de darnos la mano los vivos y los muertos para llenar las calles de presencias y ausencias, de vida y de memoria, porque mañana asomará El Mozo desde San Frontis al mundo y esta ciudad que ahora duerme espera ya con los brazos abiertos y las puertas y el alma abiertas y el corazón limpio. A pesar de todo, solo así podría repetirse cada año el misterio, el milagro.

Y aquí estamos otra vez, descontando los minutos para que sean las 00.00 horas y el calendario se llame Jueves, para que culmine esa cuenta de trescientos y pico días con todo lo vivido, con el corazón y el pulso acelerado, con esta emoción, este silencio, este viaje interior porque, ahora sí, ya es el tiempo de la Semana Santa, el tiempo Santo que quema, que duele, que se vive con otro ritmo, con otro pulso en esta ciudad.

Porque el Nazareno toma la Cruz y viene a morir a Zamora, la tierra de los nazarenos, esta tierra de tantas cruces, de tanta muerte, que tan bien sabe lo que es el camino del dolor; porque el mismo Dios tiene que morir para que esta ciudad resucite y desborde de vida las calles.

Ya estamos, ya es.

Buena, bendita Semana Santa, hermanos.

VELANDO ALMAS Y PLEGARIAS: ESTA NOCHE
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